Tratamiento de los
desórdenes alimenticios
El tratamiento de estos
trastornos se centra en ayudar a los niños a abordar sus problemas relacionados
con la conducta alimentaria y a establecer nuevos patrones de pensamiento sobre
la comida y la forma de relacionarse con ella. Esto puede implicar la
supervisión médica, el asesoramiento dietético y la terapia. Los distintos
profesionales tratarán aspectos relacionados con la percepción que tiene el
niño sobre el volumen y la forma de su cuerpo, la conducta de comer y los
alimentos.
Los niños que presentan graves
problemas de desnutrición es posible que deban ser hospitalizados y que
necesiten recibir cuidados médicos adicionales después de que su estado de
salud se estabilice.Por lo tanto, cuanto antes se haga la intervención (a ser posible, antes de que se llegue a la desnutrición o de que se establezca un ciclo continuo de atracones y purgas), más breve será el tratamiento necesario.
Prevención de los
desórdenes alimenticios
Usted puede desempeñar un papel fundamental para que su hijo desarrolle una actitud sana ante la comida y la alimentación. Su propia imagen corporal puede influir sobre la de su hijo. Si usted dice constantemente "estoy gordo", se queja de no hacer suficiente ejercicio y practica "dietas yo-yo", que le llevan a perder y ganar peso de forma repetida, es posible que su hijo crea que tener una imagen corporal distorsionada es algo normal y aceptable.
En una época en la que existe
una gran preocupación social por la obesidad, puede ser complicado para los
padres hablar con sus hijos sobre los hábitos alimentarios. Es mejor centrarse
en lo que es saludable en vez de en el peso. Asegúrese de que su hijo sabe que
usted lo quiere por quien es, no por su aspecto.
Intente evitar las discusiones
relacionadas con la comida; si su hijo quiere "hacerse vegetariano",
apóyelo, aunque usted sea un ávido comedor de carne. Es normal que los
adolescentes pasen etapas donde se vuelven caprichosos con la comida, de modo
que intente establecer límites claros, fomente hábitos alimentarios saludables
y evite las peleas sobre temas relacionados con la comida. Cuando un padre se
pone nervioso porque se entera de que su hijo se ha saltado una comida, este
último lo captará enseguida. Intente relativizar las cosas y hable con su hijo
sobre por qué no quiere comer con el resto de la familia.